El pasado día 7 de Junio tuvo lugar la Solemnidad del Corpus Christi, que estuvo precedida de la celebración de un triduo solemne preparatorio para tal ocasión. Los actos cerraron con la tradicional procesión con Su Divina Majestad por las calles de nuestro pueblo, que fue entronizado en la custodia de plata sobredorada del siglo XVII, cobijada a su vez en el templete que para tal efecto labrara el taller de Juan Fernández de Sevilla a finales de la década de los 80 del pasado siglo XX.
Nuestra Hermandad por su parte participó como es habitual con una nutrida representación de hermanos en torno al estandarte corporativo; destacó asimismo el numeroso grupo de mujeres, niñas y jóvenes ataviadas con mantilla española que acompañó al Santísimo Sacramento por las calles de Fernán Núñez.
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| Algunas representantes de la Hermandad en la procesión del Corpus. |
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| La representación de la Hermandad en el cortejo sacramental. |
Asimismo fue notable la participación en el montaje de altares. De los cuatro que se ubicaron en todo el recorrido, la Hermandad participó en el montaje de dos de ellos. En primer lugar colaboró con el altar promovido por un grupo de jóvenes confirmandos de la Parroquia de Santa Marina, suministrando cuanto material fue necesario para ello.
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| Altar instalado por un grupo de confirmandos de la Parroquia de Santa Marina, donde nuestra Hermandad colaboró aportando parte del material necesario para ello. |
Por otro lado, y de manera más activa, la Hermandad se encargó del montaje del altar instalado en la puerta principal del Palacio Ducal, presidido de forma extraordinaria por la imagen procesional de nuestra patrona, Santa Marina de Aguas Santas. Aunque el aire implacable impidió disfrutar del altar en todo su esplendor, dado que obligó a prescindir de muchas de las piezas que estaban previstas, el esfuerzo de nuestros hermanos, así como otros cofrades y colaboradores activos, permitió engrandecer el paso de Jesús, vivo y real en la Eucaristía, por nuestras calles.
Vaya desde aquí nuestro más profundo agradecimiento hacia todos aquellos que con ilusión y esfuerzo desinteresados han hecho posible una vez más honrar a Cristo Sacramentado como merece.
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| Vista del Altar instalado en la puerta principal del Palacio Ducal. |
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| El Santísimo Sacramento a su llegada a la Plaza de Armas. |
